«Cuando uno ha perdido todo y no hay nada más que perder, la única cosa de la que no puede ser privado es de la capacidad para soñar » – Philippe Starck
En estos días en que no hemos dejado de ver las imágenes de miles de refugiados huyendo de sus países de origen en busca de una vida mejor, pensemos por un momento en los que se quedan. También ellos necesitan ilusión para seguir sobreviviendo a la barbarie que tienen que soportar diariamente. Las crisis humanitarias provocan necesidades urgentes de alimentos, vivienda, atención médica y ropa, entre otras muchas pero al mismo tiempo, los refugiados se ven privados de información o educación y pierden la esperanza.
Fundada en 2007 en Francia por iniciativa del historiador Patrick Weil, Bibliotecas sin Fronteras –Libraries Withouth Borders / Bibliothèques Sans Frontières– es hoy una de las principales organizaciones no gubernamentales que apuesta por el desarrollo de la cultura de los países en desarrollo. Según Weil el deseo es «fortalecer las aspiraciones de democracia, justicia y diálogo entre las culturas de todo el mundo».
Trabajan en la creación y el desarrollo de las bibliotecas, la formación de bibliotecarios, la distribución de los libros, la edición y apoyo a las redes de bibliotecas locales. «Lo que es fundamental es garantizar que todos tengan igualdad de acceso a la cultura, al conocimiento y a la información, incluso en situaciones de emergencia», afirman desde la organización.
Libraries Without Borders (LWB) junto con la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y el apoyo de Philippe Starck se unieron para crear The Ideas Box o lo que nosotros entenderíamos como ‘La Caja de Ideas’, el primer kit multimedia portátil destinado al acceso a la cultura para refugiados o poblaciones vulnerables que sufren una crisis humanitaria.