El día a día tiene muchas acciones habituales o actos reflejos de los que no somos conscientes. De un vistazo, sabemos cuándo caduca nuestro brick de leche o cuál de los dos botes que tenemos en la despensa es el tomate. Por un instante, imaginemos que el sistema braille no está impreso en estos objetos y una persona con alguna deficiencia visual, necesita saber esta información. ¿Qué puede hacer?
Probar Be my eyes -o lo que es lo mismo, sé mis ojos-, la aplicación móvil que está revolucionando la vida de las personas invidentes.
¿Cómo funciona Be my eyes?
La persona ciega envía una notificación de asistencia a través de la aplicación. Al otro lado de la pantalla, a través de un sistema de videollamada, aparece el primer voluntario conectado y disponible a
ayudar. La persona ciega sólo tiene que acercar su dispositivo móvil a cualquier etiqueta, objeto, cartel o fotografía del que quiera obtener información para que el voluntario se la facilite en voz alta.