
Nuestra historia tiene forma de canción. Las melodías infantiles con las que saltábamos a la comba cuando éramos niños, el sonido de la corneta de los tiempos de la mili o la música de aquel bar dónde conocimos a ese chico… Ellas son el mapa de nuestra historia, una poderosa brújula que puede llevarnos a través de la compleja red de recuerdos que es nuestra memoria, incluso cuando esta parece desvanecerse.
“La áreas responsables de la memoria musical y la capacidad de sentir emociones son las últimas en deteriorase”, nos lo explica José Manuel Olmedo, Pepe para sus amigos. Este psicólogo y músico granadino de 27 años reparte su tiempo entre tocar en un grupo y atender como voluntario a personas mayores. Conoce bien su situación y la falta de recursos, de tiempo, de alternativas…incluso de información de muchos centros y cuidadores de personas con alzheimer o demencia, que en los casos más avanzados viven generalmente ‘adormecidos’ a base de medicamentos y con una calidad de vida que podría mejorarse. “La terapia farmacológica se encuentra muy estandarizada y requiere de menor esfuerzo y tiempo, pero otras alternativas a la larga son más favorables para el estado del paciente, y mucho más gratificantes para profesionales y cuidadores”, afirma.