¿Pueden las máquinas llegarnos a producir emociones a través de la música? ¿Pueden ser creativas? ¿En qué momentos nos pueden ayudar? «Las máquinas, especialmente en casos como Iamus, nos enseñan mucho de la naturaleza humana. Nos ayudan a entendernos mejor».​ Así de convencido se muestra Francisco Vico catedrático que lidera un equipo de investigación de Inteligencia Artificial en la Universidad de Málaga.

Después de15 años dedicado a las funciones cerebrales y la complejidad de la materia viva, el profesor investigador se centró en la aplicación práctica del modelado matemático de procesos biológicos. Melomics es su proyecto más ambicioso e Iamus -el ordenador- que es ya capaz de crear sus propias melodías en poco tiempo y sin intervención humana.

¿Cómo funciona Iamus?

Como cuenta Vico, «concretamente, las composiciones se obtienen a partir de genomas artificiales que se desarrollan de una manera que captura propiedades el proceso embrionario ​de los seres multicelulares. En otras palabras, que cada canción se obtiene a partir de una célula inicial (o zigoto) por interpretación de una información (o genoma)».

Los creadores han enseñado a la computadora a escribir partituras musicales y entonces ahora pueden crear música clásica moderna con sólo apretar un botón. Es un hito en la relación entre la tecnología y la música. A la máquina le han especificado cosas generales como por ejemplo que un pianista no puede tocar 10 notas con una sola mano porque solo tenemos 5 dedos en cada una, pero la máquina sí podría llegar a hacerlo porque trabaja con estructuras complejas.  

¿Seríamos entonces capaces de escuchar una melodía y distinguir si la ha producido un humano o un ordenador?

El profesor y catedrático en Inteligencia Artificial aún recuerda las reacciones al escuchar las primeras composiciones musicales «Tránsitos» o «Hello World!» realizadas por Iamus. ​»Eran muy previsibles para los no familiarizados con la música contemporánea, y se puede resumir en «esto es un horror»​ (no era un sentimiento anti-máquina, sino un sentimiento anti-modernismo, pues la contemporánea la disfrutan pocos profesionales). Entre los que sí la conocen, la respuesta fue muy distinta, las consideraron composiciones como las humanas, pero al escucharlas sentían un rechazo. La razón es que la música se considera un lenguaje para comunicar sentimientos, y el ordenador no los tienes, entonces, ¿por qué me hace sentir algo? ¿está una máquina tomando control de mis emociones? Seguramente, no estábamos preparados para esto (como sí lo estábamos para que Deep Blue venciera -supuestamente- a Kasparov, porque eso es sólo poder combinatorio, no arte)».

Iamus es para algunos «el Mozart de los ordenadores» y para otros, el resultado no es tan bueno. En general, el feedback de los compositores es variado. «De hecho, Gustavo Díaz Jerez, compositor y pianista profesional, es colaborador en el proyecto. Otros compositores han reconocido que su calidad es comparable a la de autores contemporáneos y otros piensan que le falta «algo», «espíritu», «alma», algo que no pueden definir. Quizás tengan razón, pero esto es matemática, y si no se define, no se puede incluir», piensa el creador de Iamus.

Por tanto, los compositores no deben sentirse amenazados por el trabajo que puede llegar a realizar este ordenador ya que sus creadores piensan que lo que les favorece es tener un complemento para que ellos evolucionen en su trabajo y mejoren sus técnicas musicales.

¿Hacia donde camina este proyecto de música?

«Ahora está en una fase de reconstrucción, viendo qué he aprendido de estos años y tratando de formular teoremas y extraer conclusiones que se incorporen a una teoría musical (formal). No todo es componer e interpretar, hay que convertir en ciencia lo que no aún no lo es. Como hizo la física y como hace la biología actualmente, al arte le llegará su turno, es inevitable», opina Vico.

Entonces, quedémonos con los aspectos positivos y es que la aplicación es tan inteligente que es capaz de seleccionar la música que mejor se adapta a cada estado de ánimo, incluso al ritmo cardiaco de una persona. Imagínate que estás nervioso, sufres trastornos del sueño y que escuchando una melodía producida por un ordenador te permitiera dormirte de manera fácil. Sería estupendo ¿no?

Por cierto, si te has quedado con curiosidad y ganas de escuchar más música y temas producidos por Iamus, puedes adquirir el primer cd de las composiciones o escucharlas online.

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Periodista apasionada por el marketing digital, la comunicación y el diseño gráfico. Lectora incansable, entusiasta de las nuevas tecnologías y siempre dispuesta a difundir historias con valores. Más info en www.martaplaza.es

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