Lecciones en casa, deberes en el aula

8 horas de trabajo y, con suerte, unas 3 horas de deberes en casa. Esa es la extenuante jornada a la que se enfrentan un gran número de niños de España, donde no existe una pauta nacional sobre la racionalización de las tareas extraescolares. Pero tampoco coordinación o consenso entre profesores del mismo centro. Y de esos polvos, estos lodos. Niños estresados, desmotivados, y sin tiempo para jugar o desarrollar otras facetas, muchas veces ni siquiera en los días de fiesta. Y desde hace algún tiempo, por primera vez, voces discordantes con el modelo actual.

Eva Bailén, madre de  3 hijos e ingeniera de Telecomunicaciones, creó el año pasado una recogida de firmas a favor de la racionalización de los deberes en Change.org. ¿Resultado? La iniciativa supera ya las 200 000 firmas y ha sido tema de conversación en numerosos medios de comunicación y patios de colegio. Pero no es la única, a ella se suman numerosos profesores, dispuestos practicar en España un nuevo modelo de enseñanza, conocido como ‘Flipped Classroom’. O lo que es lo mismo a darle, literalmente, la vuelta a la clase.

Lecciones en casa, deberes en el aula

En el modelo ‘Flipped Classroom’ o ‘Aula invertida’ parte de la lección se escucha en casa a través de  materiales audiovisuales breves preparados o seleccionados por el profesorado, fundamentalmente vídeos o podcasts. Así el niño puede retroceder si hay algo que no ha entendido bien, avanzar más rápido en lo que domina, apuntar sus dudas para plantearlas en el aula… Y es ahí donde se resuelven de forma personalizada las de cada niño, se hacen los ejercicios o lecturas, se profundiza en la materia… El profesor se mueve libremente por el aula y se convierte en apoyo y guía, en lugar de único emisor del mensaje, como se explica en este vídeo (en inglés).

¿El objetivo? Un cambio integral que busca optimizar el tiempo y adaptarse a las ventajas del siglo XXI, aprovechando el amplio volumen de materiales y oportunidades que las nuevas tecnologías ponen al alcance del estudiante. Pero sobre todo, dar una atención lo más personalizada posible y cierta autonomía al niño en su proceso de aprendizaje. Este modelo pedagógico, nacido la mano de dos profesores de Estados Unidos, se extiende ahora por el Reino Unido. actualmente cuenta con una red internacional de soporte, la Flipped Learning Network, y en España varios profesores trabajan de forma colaborativa para recopilar materiales y experiencias  a través de la página Flipped Classroom.es, un lugar de encuentro para todos aquellos que lo practican en nuestro país, pese a la ausencia de cifras o recursos oficiales, como el colegio Alcalde de Móstoles, en Madrid.

Sin embargo el modelo ‘Flipped classroom’ no está exento de detractores o  dificultades. El aula invertida sigue requiriendo parte del tiempo del alumno fuera de las clases  y  que el profesorado más tradicional aprenda a aprovechar las nuevas tecnologías. Además se necesita un ordenador o tablet por parte del alumno, o el poder ofrecer al estudiante que no disponga de recursos, las aulas de estudio o informática del centro o, como ocurre ya en algunos colegios, tablets en préstamo.

Lo único claro es que son cada vez más quiénes reclaman una adaptación del modelo actual. ¿Y tú, qué opinas? ¿Puede ser el ‘Aula invertida’, solución a los problemas de la educación?

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Laura Prieto Calvo

Laura Prieto Calvo

Periodista especializada en contenidos digitales y redes sociales. Apasionada contadora de historias. Curiosa pixelada, parlanchina 2.0 y buscadora de tesoros transmedia.

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